viernes, 5 de septiembre de 2025

Hace un rato le hicieron un estudio cardíaco al bebé. Por algún razón yo no estaba asustado o no mucho. Jimena si y me lo dijo hace semanas, cuando le hicieron el scan fetal y todo estaba bien, el peso, el tamaño, el desarrollo de cuerpo y órganos. Para ella (para mí también) las cosas nunca salen bien de principio a fin, siempre hay algo que no previmos que podía salir mal y sale mal. Mí vida siempre fue así, no voy a entrar en detalles, la de ella también y por eso estamos a la defensiva con el embarazo. Hasta ahora todo está exactamente como dicen los médicos que debería estar y eso me inquieta y a ella también. Tengo miedo de todo lo que puede venir, del parto y después, de lo que no podemos saber aún, no sabemos si va a ser sano, si va a ver bien o va escuchar o si tendrá algún tea. Espero que no pero la posibilidad existe y no poder saber me quita el sueño. No pienso todo el tiempo en esto porque no podría vivir, pero me asalta cada tanto y me quita la poca tranquilidad que estoy teniendo.


La casa está ahí, eso también me quita el sueño pero es tema para otro día.

miércoles, 27 de agosto de 2025

Ahora qué nadie lee, esto va a ser un diario personal, un cuaderno de notas, una ayuda de memoria, una tabla de corcho en la que pegar algunas cosas. Quizás algún ojo indiscreto llegué por algún camino raro así que tampoco me voy a despachar en confesiones íntimas (o si) y después de todo ¿a quien podría importarle la vida rutinaria de un desconocido que no tiene nada de especial?


Voy a ser padre. No me hago tanto a la idea, uno se imagina que al enterarse se activa algún cosa en el ser y se vuelve una persona mejor, más responsable y más consciente del mundo. Pues no. Sigo siendo el mismo de siempre. Lo que si cambia son los planes menores. Ya estoy viéndome llegar a casa a hacer un rato de fiaca con el bebé en la hamaca paraguaya, no se en quién delegar todo lo que puebla mí vida para pasar más tiempo con él y Jimena. Por el resto sigo siendo el mismo inmaduro e irresponsable de siempre. A la panza le digo Frijolito.
Me preocupa la casa, la obra avanza aunque más despacio que el embarazo. En mí cabeza veo todo como quiero que quede, va funcionando pero los tiempos me desesperan.
Quizá mañana siga escribiendo, quizá pase una década hasta el próximo post.